¿Se necesita la emoción para aprender? ¿Hay estudios que demuestren su eficacia? De esto hablaremos hoy en este post, específicamente de la Neuroeducación y de cómo el cerebro funciona en el proceso de aprendizaje, según Francisco Mora y otras investigaciones.
Como docentes debemos potenciar el desarrollo del cerebro de los alumnos para promover un aprendizaje significativo. ¿Cómo hacerlo? Para ello, debes conocer qué es la Neuroeducación, sus beneficios y cómo aplicarla en el aula.
Es impensable hablar de Neuroeducación en el aula sin mencionar a Francisco Mora, Doctor en Medicina y en Neurociencia. Ha publicado muchos trabajos sobre cómo aprendemos y el papel de las emociones en el proceso, pero en 2013 publicó su libro Neuroeducación, al que hacemos especial hincapié, ya que se dirige concretamente a profesores.
El cerebro solo aprende si hay emoción, sostiene Mora.
¿Qué es la neuroeducación?
La Neuroeducación es una disciplina que estudia el papel que desempeña el cerebro en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos.
También podemos definirla como una aplicación práctica de herramientas probadas científicamente, diseñadas teniendo en cuenta el funcionamiento del cerebro. Su objetivo no es otro que potenciar el desarrollo cognitivo, social y emocional del estudiante.
Si quieres ampliar sobre este tema, en el módulo 1 de nuestro máster en ELE, ahondamos sobre la Neuroeducación y su conexión con la enseñanza de lenguas. Conoce el programa de nuestro máster en enseñanza de español en múltiples contextos aquí.
Beneficios de aplicar la Neuroeducación en el aula
Según Francisco Mora no se trata de fomentar las emociones en clase, sino más bien de enseñar con emoción. El reto del profesor para enseñar con emoción estará en convertir lo que enseña en algo interesante y curioso para llamar la atención de los alumnos. De esta forma, estos aprenden mejor, sin esfuerzo y de manera casi automática.
Todo lo que se aprende debe despertar curiosidad y llamar la atención. Por eso, un profesor monótono y aburrido no lo conseguirá y, por tanto, no habrá aprendizaje.
Si consigues trabajar la neuroeducación en clase, enseñando con emoción, estos son algunos beneficios que verás:
- Cada uno tiene un cerebro único y cuanto más se aprende, mejor se desarrolla.
- Se estimula el cerebro para obtener la información que necesitan, haciendo que perdure más en el tiempo.
- Identificación de dificultades de aprendizaje que esté atravesando un alumno.
- Conocimiento de estrategias pedagógicas que despiertan el interés por el aprendizaje, lo que motivará más al alumno.
- Conocer cómo funciona el cerebro promueve a diseñar metodologías eficaces para cada uno.
Por otro lado, a la hora de aprender nuevos idiomas, Mora afirma que el aprendizaje de una lengua es muy beneficioso para el cerebro. Y no solo para niños, sino para todas las edades. Según el científico, el aprendizaje de una lengua ayuda a retrasar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y demencias.
Por otro lado, gracias a la Neuroeducación se aumentan las funciones ejecutivas y se mejora la toma de decisiones. Estas son habilidades cognitivas autodirigidas para alcanzar unas metas. Por ejemplo, podemos mencionar como funciones ejecutivas: toma de decisiones, fluidez, actualización en memoria, organización, anticipación, entre otras.
Estrategias para aplicar la Neuroeducación en el aula de ELE o de idiomas: el papel del cerebro en el aprendizaje de lenguas
Puedes aplicar todas estas estrategias tanto si das clases de español a niños, adolescentes o adultos:
1. Juegos
Los juegos y la gamificación en el aula de ELE toman relevancia sobre todo en la infancia. Pues incentiva la curiosidad y creatividad en los niños, genera autoconfianza y seguridad, favorece la socialización, y estimula el desarrollo físico, social y cognitivo.
Pero no solo en los más pequeños tiene ventajas. Los juegos sitúan al alumno como el protagonista de su aprendizaje e incentiva a la retroalimentación. Así como también a través del juego aprendemos a conocernos a nosotros mismos y a los demás, a experimentar y entender el mundo en el que vivimos.
Factores como el reto, las recompensas y el afán de superación, permiten la activación neuronal, favoreciendo un contexto de aprendizaje.
2. Aplica metodologías activas
Aplicar metodologías activas como ABP, la gamificación o flipped classroom permiten al estudiante ser el protagonista en el proceso de aprendizaje y fomentar el aprendizaje autónomo, a su ritmo.
El profesor se convierte en un guía y se promueve la motivación y la creatividad.
3. Fomentar la creatividad
Plantea actividades que no tengan una única solución. Así los alumnos podrán reflexionar, relacionar ideas, formular preguntas y tener una mente abierta para abordar los problemas planteados. El profesor también puede formular preguntas de metacognición para hacer reflexionar al alumno y guiarles a un aprendizaje significativo, crítico y consciente.
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4. Incentivar a que el alumno deje un feedback
Después de la actividad, anima a que los estudiantes den su feedback. De esta manera, se puede observar las necesidades de los alumnos y se pueden proponer soluciones para mejorar su aprendizaje significativo.
El feedback debe centrarse en la tarea y no en el alumno. Para ello, una herramienta que puede ayudarte a obtener ese feedback son las rúbricas de evaluación.
5. La actividad física y movimiento corporal
Otra estrategia clave de la Neuroeducación es el movimiento corporal, para comprender significados. La actividad física será beneficiosa no solo en el proceso de enseñanza sino en su aplicación diaria. Así la información se retendrá mejor en el cerebro y durante un tiempo más prolongado.
¿Estás de acuerdo con Francisco Mora de que el cerebro solo aprende si hay emoción? ¿Qué otras estrategias de Neuroeducación aplicas en tus clases de idiomas?