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Cómo evaluar a los alumnos: ¿los exámenes son la mejor opción?

En todas las instituciones, los exámenes han sido desde siempre la prueba determinante para evaluar los conocimientos aprendidos de los alumnos. De esta forma, el profesor evalúa si ha alcanzado los objetivos o no. 

Pero son muchos los profes los que nos preguntáis si esta es la mejor forma de evaluar a los alumnos en vuestras clases, y más aún cuando se trata de enseñar un idioma. ¿Hay otras alternativas de evaluación?

A la hora de enseñar una segunda lengua, hay que tener en cuenta algunos factores, entre estos por ejemplo están la edad, la motivación, el contexto y los diferentes niveles de aprendizaje. Es decir, cada uno procesa la información de diferentes formas, algunos más rápidos, otros más lentos.

Entonces, ¿cómo saber si tus alumnos están aprendiendo? ¿Son los exámenes la mejor herramienta para evaluar a los alumnos? ¿O existen otros mecanismos?

diferentes formas de evaluar a los alumnos

Tipos de evaluación para determinar si tus alumnos están aprendiendo

Existen varios tipos de evaluación: 

  • De diagnóstico: esta es la que se suele hacer al principio del curso para saber el nivel con el que parte el alumno. Y se suele hacer otra al final del curso para analizar la evolución.
  • Formativa: son las actividades de la clase, con las que se hace una evaluación de la unidad.
  • Evaluativa: al finalizar un tema o unidad didáctica, se suele hacer un examen o test para comprobar si los alumnos llegaron a los objetivos de la lección. O incluso se puede también hacer un examen final.

Si quieres ahondar más, en nuestro curso universitario de especialización de ELE General hablamos, concretamente, en el módulo 20 sobre los diferentes tipos de evaluación que existen y cómo valorar los conocimientos adquiridos durante las clases.

Truco para detectar a los alumnos que procesan la información más lenta

Como hemos dicho más arriba, no todos procesan la información a la misma velocidad. Algunos alumnos necesitan que le repitamos las cosas muchas más veces.

A este tipo de alumnos es fácil identificarlos cuando das clases en grupo, ya que notarás pronto cómo necesitan que le repitamos las ideas más veces para entenderlas y asimilarlas.

Otras veces no nos damos cuenta, pero podemos llegar a hablar demasiado rápido. Cuidado porque ir al nivel de los más avanzados de la clase supondrá una dificultad para los alumnos con niveles más bajos. Este es el motivo por el que puedes desmotivarlos y podrán perder poco a poco el interés en tus clases.

Por eso, es importante que tengas en cuenta el nivel de cada uno de tus alumnos y evaluar los aprendizajes usando distintos tipos de evaluación. Y, por supuesto, es clave que los alumnos se sientan cómodos para demostrar lo aprendido. 

Consideraciones sobre cómo evaluar a los alumnos en clase

Algunas consideraciones a tener en cuenta para evaluar a un alumno en clase de español o de otra segunda lengua son:

  • La pronunciación.
  • La gramática.
  • El léxico. 
  • La semántica para una correcta comunicación.
  • La construcción de frases organizadas.
  • El contexto comunicativo, no es lo mismo escribir un email que contar algo de forma oral. 
  • Enfocarse más en los objetivos que en los propios contenidos y unidades didácticas.

Por ejemplo, si vas a enseñar el futuro, el objetivo puede ser que los alumnos cuenten cómo van a ser sus vacaciones de verano este año. Evalúa sus competencias para hablar con el tiempo futuro, sus capacidades y hasta dónde pueden llegar. 

Te puede interesar: actividad para trabajar el tiempo futuro en tus clases de ELE. 

9 formas para comprobar si tus estudiantes están progresando

La observación a veces no es suficiente para saber si tus alumnos están comprendiendo y asimilando toda la información que les estás dando. Por ello, debes conocer algunos mecanismos para identificar cuándo tus alumnos se quedan atascados en una parte del proceso de aprendizaje. 

Estas son algunas fórmulas e indicadores a tener en cuenta para saber si tu alumno está aprendiendo:

  1. Inicia un diálogo con el alumno para que aplique el contenido a su vida real.
  2. Haz que los alumnos defiendan los contenidos que aprendieron para afianzar conceptos.
  3. Diles que definan los conceptos aprendidos con sus propias palabras sin memorizar. 
  4. Juego de rol, donde el alumno se convierte en profesor por unos minutos. Una forma fantástica para que tus alumnos se suelten hablando y pierdan el miedo escénico. Lo que les hará ganar más seguridad.
  5. Las presentaciones son otro recurso para que el alumno se suelte.
  6. El grado de velocidad con la que el alumno demuestra lo aprendido.
  7. Un paso más allá del diálogo está la crítica, que lleva al alumno a la reflexión.
  8. Los esquemas, los listados y las repeticiones son claves para que tus estudiantes mejoren el proceso de aprendizaje-enseñanza.
  9. Evaluar con rúbricas para reducir la ansiedad y el estrés de tus alumnos. Estas son tablas de registro donde se anotan descripciones sobre los elementos señalados más arriba, puntuaciones y otras valoraciones. Y, a través de esta forma, corroborar el avance del alumno o las dificultades por las que atraviesa.

Con todo esto, no queremos decir que los exámenes, los tests o las pruebas no sean un método para evaluar a tus alumnos. Son un método más que puede ayudarte a conocer el grado de comprensión que han alcanzado. Pero no son el único método para conocer si tus alumnos han captado tus enseñanzas en tus sesiones.

Método tradicional vs. método alternativo

Hay un gran debate en cuanto a este tema. Muchos expertos en educación se inclinan por el método tradicional, que no es otro que el de los exámenes para medir el aprendizaje. 

De hecho, un estudio de la Universidad de Minnesota señala que es un gran aprendizaje prepararse para un examen final si el profesor ofrece al alumno la información necesaria para hacerlo de forma eficiente. 

Sin embargo, en el otro bando, se encuentran otros expertos, que piensan que los exámenes finales solo ponen al alumno nervioso, generando estrés. También sostienen que la memorización no contribuye a retener la información durante más tiempo en la memoria. 

alumna estresada por un examen

Por otro lado, y en línea con esto, desde la Universidad de California afirman que hay otros métodos alternativos para mantener los conocimientos más frescos. Por ejemplo, realizando exámenes o pruebas por temas o capítulos (más cortos, directos y concisos). Así el alumno estudiará de forma más frecuente durante el curso y más enfocado.

Otros, en cambio, preferirían prescindir de los exámenes, y proponer a sus alumnos anotar sus impresiones sobre lo aprendido o sobre qué le gustaría aprender en un cuaderno o diario. Incluso se decantan por metodologías más visuales y rápidas, como las dianas de evaluación. 

¿Cuál es tu opinión? ¿Eres de los que prefiere el método tradicional para evaluar a los alumnos u otras alternativas?

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