¿Quién no ha aprendido alguna vez una palabra o una expresión en otro idioma gracias a una canción? La música tiene un poder especial en la enseñanza de idiomas: nos acompaña, nos emociona y se queda grabada en nuestra memoria. Por eso, es un recurso pedagógico ideal para la enseñanza de español.
En el caso de la enseñanza de ELE, la música no solo motiva, también abre la puerta a la cultura hispana, fomenta la escucha activa y facilita la memorización de estructuras lingüísticas. En este artículo te contamos por qué merece la pena usarla en tus clases y cómo puedes sacarle el máximo partido con actividades prácticas.
¿Por qué integrar la música en la enseñanza de español?
Los beneficios de usar música en la enseñanza de español son múltiples y van más allá de “rellenar” una clase con una canción pegadiza:
Motivación y emociones
La música conecta con el lado afectivo del aprendizaje. Los estudiantes se relajan, disfrutan y se implican más.
Memorización natural
Una letra con ritmo se recuerda mucho mejor que una lista de vocabulario. La melodía funciona como una especie de “pegamento mental”.
Autenticidad cultural
Cada canción refleja una realidad hispana: acentos, temas sociales, estilos musicales… Es una forma de enseñar lengua y cultura al mismo tiempo.
Versatilidad didáctica
Con una canción puedes trabajar desde comprensión auditiva hasta producción escrita, gramática o debates.
Como ves, no se trata solo de poner música de fondo: la clave está en diseñar actividades didácticas a partir de ella.

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Actividades prácticas con música para tus clases
Aquí te dejamos algunas propuestas para implementar la música en la enseñanza de español que puedes adaptar según el nivel y los objetivos de tus estudiantes.
1. Canciones para trabajar la comprensión auditiva
Las actividades clásicas como completar huecos en la letra siguen funcionando muy bien. A los estudiantes les encanta descubrir si han entendido bien lo que dice el cantante.
[Una opción muy práctica es usar LyricsTraining, donde pueden escuchar canciones y rellenar las palabras que faltan de forma interactiva.]
En este artículo sobre canciones como recurso para aprender español encontrarás ideas para explotar este tipo de tareas en distintos niveles.
2. Juegos musicales para aprender vocabulario
¿Quieres que tu clase sea más dinámica? Entonces puedes probar con actividades lúdicas. Por ejemplo, el tres en raya interactivo de instrumentos musicales es ideal para repasar vocabulario de forma divertida.
Otra opción es usar crucigramas y sopas de letras inspirados en géneros y ritmos musicales del mundo hispano.
3. Explorar la cultura a través de canciones concretas
La música también es un excelente vehículo para hablar de cultura. Una propuesta muy original es esta unidad didáctica sobre una canción de David Rees, que combina la escucha con actividades comunicativas y de análisis cultural.
4. Trabajar la creatividad y la expresión
No todo tiene que ser escuchar y completar. También puedes fomentar la creatividad. ¿Cómo? Con dinámicas como la de canciones con emoticonos, en la que los estudiantes interpretan letras usando iconos o imágenes. ¡Una manera divertida de practicar la comprensión!
5. Adaptar la música a diferentes niveles y objetivos
La música no es solo para principiantes. Con un poco de planificación puedes usarla en cualquier nivel, ya sea para introducir estructuras gramaticales, trabajar la entonación o generar debate.
Aquí tienes una propuesta para enseñar el pretérito indefinido e imperfecto con la canción “Depende” de Jarabe de Palo.

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Consejos para sacar el máximo partido a la música en el aula
Aunque la música es un recurso fantástico, es importante planificar bien cómo la usamos en clase. Aquí van algunos consejos:
- Elige canciones con pronunciación clara: evita temas con exceso de jerga o con voces difíciles de entender, sobre todo en niveles iniciales.
- Adapta la dificultad: simplifica la tarea si trabajas con principiantes (rellenar huecos con palabras clave, elegir la palabra correcta) y hazla más compleja con estudiantes avanzados (debates, análisis de metáforas, reescribir la letra).
- Conecta con sus intereses: si tus alumnos son adolescentes, quizá prefieran reguetón o pop; si son adultos, quizá se enganchen más a cantautores o música tradicional.
- Varía los géneros musicales: salsa, flamenco, rock, rap… cada estilo aporta un vocabulario y una visión cultural diferente.
- No te quedes solo en la letra: aprovecha la canción como punto de partida para hablar de la biografía del artista, del contexto social de la obra o de los géneros musicales en el mundo hispano.
Ejemplo de secuencia didáctica con música
Para que lo veas más claro, aquí tienes una idea sobre cómo puedes aplicar la música en la enseñanza de español:
- Antes de escuchar: presenta el tema de la canción y pide a tus alumnos que hagan predicciones sobre lo que tratará.
- Durante la escucha: da una actividad de comprensión (rellenar huecos, ordenar versos, marcar verdadero o falso).
- Después de la escucha: fomenta la interacción mediante debates sobre la letra, estableciendo relaciones con experiencias personales o creando de una nueva estrofa.
De esta manera, conviertes una canción en una unidad didáctica completa que combina comprensión, vocabulario, gramática, expresión oral y cultural.

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Prepárate para usar la música para transformar tus clases de ELE
La música es mucho más que un recurso divertido: es una herramienta pedagógica potente que conecta lengua y cultura, despierta emociones y motiva a tus estudiantes de ELE. Usar canciones en tus clases no significa limitarte a poner música de fondo; se trata de diseñar experiencias de aprendizaje completas que los estudiantes disfruten y recuerden.
Así que ya sabes: prepara tu lista de reproducción, selecciona bien las canciones y deja que la música haga su magia en tu aula de español.