El storytelling en el aula no es solo una técnica atractiva o una moda metodológica. Bien trabajado, se convierte en una herramienta potente para desarrollar todas las destrezas lingüísticas y activar la creatividad de tus alumnos. El lenguaje narrativo permite practicar gramática, léxico y discurso de forma natural, con un objetivo claro: contar algo que tenga sentido y genere interés.
En este artículo encontrarás un enfoque práctico para usar el storytelling en el aula de ELE, con ideas aplicables a distintos niveles y pensadas para profesores que buscan actividades que funcionen de verdad, sin complicar la planificación.
Por qué trabajar el storytelling en el aula de ELE
El relato conecta con algo esencial: todos contamos historias. Cuando los estudiantes crean, reconstruyen o interpretan un relato, usan el idioma con una intención comunicativa real.
Trabajar el storytelling en el aula permite que los estudiantes:
- Practiquen estructuras gramaticales en contexto.
- Amplíen vocabulario de forma significativa.
- Mejoren la coherencia y cohesión del discurso.
- Desarrollen fluidez oral y escrita.
- Reduzcan el miedo a expresarse.
Además, el storytelling facilita la integración de comprensión lectora, auditiva, expresión oral y escrita dentro de una misma secuencia didáctica, lo que optimiza el tiempo en clase y refuerza el aprendizaje.
El relato como eje comunicativo de la clase
Para que el storytelling en el aula funcione, el relato no debe ser un fin en sí mismo, sino el eje alrededor del cual se organizan las actividades. No se trata de “escribe un cuento” y ya, sino de diseñar tareas que guíen el proceso narrativo.
Algunas claves básicas:
- Parte de un contexto claro: quién cuenta la historia, a quién y con qué intención.
- Define un objetivo lingüístico concreto (tiempos verbales, conectores, descripciones, estilo indirecto…).
- Divide el trabajo en fases: planificación, producción, revisión y puesta en común.
Este enfoque reduce el bloqueo y da seguridad a los alumnos.
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Qué destrezas se pueden trabajar con el storytelling en el aula
Comprensión lectora
Antes de producir, es importante leer. Un relato breve o fragmentado permite trabajar:
- La estructura narrativa (inicio, nudo y desenlace).
- El uso de los tiempos verbales.
- Marcadores temporales y conectores.
- Inferencias y comprensión global.
Actividad práctica: entrega el relato desordenado y pide a tus alumnos que reconstruyan la historia justificando el orden elegido.
Expresión escrita
El storytelling en el aula es especialmente eficaz para trabajar la escritura de forma guiada.
Propuestas prácticas:
- Escribir un relato a partir de una imagen o una frase inicial.
- Continuar una historia ya empezada.
- Cambiar el punto de vista o el narrador.
- Reescribir el relato en otro tiempo verbal.
Consejo de profe: limita la extensión y define claramente qué deben practicar. Cuanto más claro el foco lingüístico, mejores resultados.
Expresión oral
El relato también se cuenta, no solo se escribe. Esto permite trabajar fluidez y coherencia sin obsesionarse con la corrección.
Ideas aplicables:
- Contar una historia en parejas usando palabras clave.
- Narrar una anécdota real o inventada.
- Crear un relato colectivo en cadena.
- Dramatizar una escena del relato.
Aquí el objetivo es comunicar, no “decirlo perfecto”.
Comprensión auditiva
Escuchar relatos, ya sean del profesor, de compañeros o grabaciones, permite trabajar:
- Identificación de información específica.
- Orden cronológico.
- Marcadores discursivos.
- Entonación y ritmo narrativo.
Una buena estrategia es grabar los relatos de los estudiantes y reutilizarlos en actividades posteriores.
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Cómo potenciar la creatividad a través del storytelling
La creatividad no aparece sola: hay que provocarla. El storytelling en el aula funciona mejor cuando se introducen pequeños retos narrativos.
Algunas estrategias eficaces:
- Añadir restricciones creativas (palabras obligatorias, tiempo verbal concreto).
- Jugar con géneros narrativos: policial, ciencia ficción, diario personal.
- Introducir elementos sorpresa (un objeto, una noticia, una carta).
- Permitir el error como parte natural del proceso.
Cuando el alumno siente libertad para crear, el idioma deja de ser un obstáculo y se convierte en una herramienta.
El papel del profesor en actividades de storytelling
En este tipo de tareas, el profesor no actúa como corrector constante, sino como guía del proceso:
- Ayuda a planificar la historia.
- Acompaña durante la producción.
- Decide qué errores corregir y en qué momento.
- Valora el contenido y la intención comunicativa.
La corrección es más eficaz cuando se hace después, de forma selectiva y con ejemplos reales surgidos en clase.
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Llevar el storytelling al aula mañana mismo
La idea clave es sencilla: el storytelling en el aula funciona cuando hay un objetivo comunicativo claro y una intención lingüística definida. No hace falta diseñar proyectos enormes ni complicados.
Un pequeño relato bien planteado puede generar interacción, reflexión lingüística y mucha motivación. Usar el lenguaje narrativo en ELE no es perder tiempo: es aprovecharlo mejor y dar sentido real al uso del idioma.
